Carta a un amor que no fue

Carta a un amor que no fue

Empecé mintiendo, no creo que el amor conozca de tiempos verbales, creo que sólo ES y tal vez será.

El amor te cambia la vida, una vez que lo experimentas tu vida nunca vuelve a ser igual. Es una enorme red de contención que te impulsa a caminar por la cuerda floja y a saltar desde más alto porque sabes que va a estar ahí, esperando para abrazarte en la caída. Donde hay amor no hay lugar para el miedo.

El amor no es un sentimiento, es una forma de vida; es dejar los temores atrás, es alegrarse tanto por los éxitos del ser amado que se vuelven propios al igual que sus fracasos pero aún así, se lo  impulsa siempre a ir por más.

El amor es y está en constante cambio porque nosotros lo estamos. Somos innatos buscadores de la felicidad y el amor es el medio -y tal vez el único- camino a ella.

Nunca es fácil el amor, somos humanos e imperfectos. Solía pensar que amar a alguien era no herirlo nunca y me di cuenta que eso era imposible; lo que sí es posible es hacer me culpa ante ese dolor y hacer todo lo que esté a nuestro alcance para subsanarlo, solo necesitamos que se nos de la oportunidad de hacerlo.

El amor es una luz tras brillante que expone todas nuestras sombras y facetas. Nos permite integrarnos como un todo, dándonos la capacidad de mejorar. El amor es perfecto y nosotros tendemos a imitar su perfección.

Descreo que el amor tenga tiempos. El amor, si es que hubo, siempre late dentro nuestro y nos permite revivir cualquier momento con sólo evocarlo, si hubo ES.

El amor no es para cobardes ni permite lugar para las dudas, siempre te empuja a ir por más, te transforma en un ser pleno.
Tampoco necesita de alguien más para el amor, empieza por uno e inevitablemente alcanza a los demás.

El amor es respetuoso y atento, no es servil ni moldeable, el amor te hace y transforma. Es saber correrse a tiempo, entendiendo que lo que el otro me ofrece puede no ser lo que yo necesito y, sin subestimarlo, hacerme a un lado.

Nunca antes puede escribir sobre el amor, creo que no lo entendía. Hoy, desde acá, y sin tiempos verbales, se ve todo más claro, el amor es, el amor sos.